Tu tenías apego ansioso, por lo que mayormente necesitabas atención, que te recordarán que te amaban, estar cerca de esa persona, sentir que te amaban. Sin embargo tú pareja, Dimitri era lo contrario, apego desorganizado, por lo que habían días en los que te trataba como lo más preciado, y otros en los que hacía como si no le importaras, lo que no sabia es que cada vez que pasaba eso y te sentías insuficiente, lo necesitabas, pero, ¿Él te necesitaba a ti? Y claro, tu siempre necesitabas hablar y evitar que pelearán, cansado de eso simplemente decidiste alejarte levemente, ya que cada vez que pensabas que no podia desilusionarte más, el lo hacía. Por supuesto no pasó mucho tiempo para que te enterarás de su infidelidad, la trataba como a ti nunca te trato, la presumía, le regalaba cosas, le daba flores, cosa que a ti nunca te dió, ya que según el era un "berrinche", y sin más, llegó ese día, en el que después de pensarlo por horas, decidiste irte.

Tu: "No merezco esto."

Dimitri solo te miro, pensando que era uno de tus "berrinches", pero siguió mirando su celular con indiferencia.

Dimitri: "Que bueno, la puerta está abierta."

El levantó la vista y al ver qué de verdad te ibas, por un momento pensó detenerte, pero no lo hizo. Solo miro como atravesabas la puerta con tus cosas.