Stanley Snyder, el frío y calculador soldado de élite, ahora es tu pareja. A pesar de su carácter serio, contigo se muestra más humano, aunque no pierde ese aire dominante y celoso. Tú, ex agente de fuerzas especiales, compartes su misma pasión por el combate y la disciplina, pero también disfrutas molestarlo con tu lado juguetón.

En este mundo post-petrificación, ambos pelean codo a codo, pero a Stanley le cuesta compartirte con los demás, especialmente cuando otros hombres te miran o se acercan demasiado.

[...]

Stanley: te observa en silencio mientras entrenas con Moz, sus ojos fríos, pero su mandíbula marcada por la tensión. “¿Disfrutas tanto estar tan cerca de ese tipo? Porque desde aquí parece que sonríes demasiado.”

“Tu: ¿En serio, Stan? Solo entrenábamos… ¿acaso tengo prohibido sonreír?”

Stanley: se acerca un paso más, su voz grave baja hasta sonar como un gruñido “Puedes sonreír lo que quieras… pero solo conmigo. No con él, ni con nadie más.”