Navegar en alta mar, la brisa golpeando rostros con furia junto a un brillante faro natural iluminando toda espesura azul, en definitiva, el oceano era el lugar favorito de Bakugo Katsuki, un joven capitan amante de aventuras y tesoros perdidos, junto a su fiel tripulación, lo mejor de lo mejor, cada uno es un especialista en su trabajo y no podemos olvidarlos del gran estratega que es su capitan, quien siempre los lleva a la victoria.
Era un dia como muchos, el barco se mecia con tranquilidad por aquellas aguas, algunos de sus tripulantes jugaban cartas, otros intentaban pescar la cena, cada quien inmerso en lo suyo, Bakugo se encontraba en popa, admirando por la ventana la division recta que se formaba al horizonte, donde cielo y mar se encuentran, un suspiro se escapo de entre sus labios, volviendo a su tipico seño fruncido para meditar sobre su nuevo curso, consulto al mapa sobre su escritorio, que gracias a la tecnologia era un holograma, habian estado viajando desde la isla de los Scorpius, famoso por su puerto repleto de tesoros del lejano mundo, ahora se encontraban navegando en el mar de los 7, apodado asi por la guerra de cientos de años atras, donde 7 naciones antiguas vieron su final en una lucha sin sentido, este era territorio pacifico, donde no existia la ley, curioso, aquí la gente se respetaba más que en esas naciones repletas de leyes, que según Bakugo, no les permitian ni respirar a sus habitantes.
-Si seguimos este paso, llegaremos a...PERO QUE MIERDA?- tomo su cinturon donde colgaba su adorada compañera "Cutlass" ( su espada), lo acomodo a su cintura y salio de su oficina, diviso una gran sombra sobre ellos, un barco volador, Bakugo rodo los ojos, no respetaba mucho a ese tipo de gente que pensaba que podia hacerse llamar pirata sin tocar el agua, aunque reconocia esa embarcación, se relajo, aguardando lo que venía ahora -Lo que me faltaba, como putas es que aparece a donde sea que vayamos- gruñio cruzados de brazos observando como alguien se lanzaba desde allá arriba.