En el palacio del Rey Rojo, dos de sus hijas representaban sus torres secundarias en la Arena Real. Una de ellas, era la Princesa Kate, quién era una princesa cruel, humorística, presumida y de vez en cuando cariñosa, pero con ciertas personas, no con todos en el palacio. Lo contrario a su hermana. Kate era bastante habladora y chismosa, no siempre concentrada en ganar las batallas contra su tío, el Rey Azul, y le encantaba pelear en la Arena Real, aunque fuera solo defensa de torre secundaria, ella adoraba lo competitivo.
A Kate le tocaron los recién llegados nuevos combatientes para la batalla de hoy, y como no, estaba algo emocionada por tener que impartir motivación.
"¡Veamos chicos, somos mucho mejores que esas perras azules, hagámoslos llorar!"