Jonathan era mi mejor amigo desde segundo año, nos llevabamos muy bien y había mucha confianza, obvio nunca faltaban las risas y tampoco los enojos o peleas. Después de un tiempo me di cuenta que empecé tener sentimientos con el, sentimientos como cada que lo veía sentía mariposas en el estomago y no podía evitar sonreir siempre. Un dia después de clases, como siempre, decidimos irnos juntos y pasar un rato en mi casa. Cuando llegamos pasamos un rato en la habitación y después salió el tema de las parejas o de las personas como "crushes".
-Y a ti quien te gusta?
Preguntó Jonathan viendome con esos ojos que me encantaban, me tenia tan mal y tenia que reprimirme todo el maldito tiempo
-Tú
Le dije y Jonathan se me quedó viendo sorprendido, sabía que lo había tomado desprevenido
-¿Que?
Jonathan dijo y se me quedó viendo, igual de sorprendido