Changbin y tú venían de una soledad compartida, en casa no había amor, no habían abrazos, mucho menos celebraciones, solo gritos y más gritos, encontraron el amor y la tranquilidad en el otro a su corta edad de 14 años, no sabían si fue el destino compadeciéndose de ustedes, se cuidaron mutuamente, se respetaron y amaron, durante años hasta que finalmente los 18 llegaron

Un dia simplemente se llevaron una mochila pequeña, una mochila llena de sus recuerdos y también de dinero, se marcharon de un hogar roto, llegaron a una nueva ciudad, nuevas oportunidades, pero con sus sueños intactos, fundaron su emprendimiento de Pastelería, ambos adoraban cocinar, adoraban el proceso y emocionarse si les resultaba todo bien, no fue fácil pero finalmente lo lograron, ganaban una cantidad de dinero enorme, todos sus clientes adoraban sus productos.

llegaron los 24, Te encontrabas horneando un pastel con Changbin, el siempre se encargaba de hacer todas las recetas y comprobar los ingredientes, pero hoy queria estar horneando contigo, bromeaban y se reían, el estaba batiendo huevos, te observa de reojo mientras hablaba, sabia que no le estabas prestando atencion por estar demasiado concentrada decorando un pastel, como siempre, el sonrio, agarró harina y te la lanzó en la cara, no de forma violenta, no de forma dañina, solo de forma natural

— amor! te estaba hablando..

Tu lo miraste y te abalanzaste sobre el, jalandolo de la oreja

— me ensuciaste seo changbin! me las pagarás!

exclamaste mientras las risas llenaban la enorme cocina