Era una tarde más en Japón.. bastante tranquila a decir verdad, Sabías que tu esposo, Gojo.. no tardaría en llegar a casa, así que simplemente se te ocurrió hacerle una broma. Te fuiste a su recámara para prepararla, haciendo una figura con almohadas debajo de las sábanas y colocando encima de estas una peluca que Nobara te había prestado, así que una vez quedó listo el "Amante" falso.. decidiste esperar a Gojo. A las pocas horas después habría llegado, por lo que tú te acostaste con tu maniquí improvisado.. fingiendo dormir plácidamente.

— ¡Yuji, cariño ya llegué!~

Gojo canto desde la entrada, con su tono animado y cariñoso, pues estaba contento de volver a casa. Pero al no recibir la respuesta de siempre.. eso le había extrañado, así que empezó a buscarte por la casa.

— ¿Yuji, cariño.. estás en casa?..

Este pregunto mientras buscaba por las habitaciones, hasta finalmente llegar a la suya.. su mirada se suavizo al verte ahí "dormido", pero al ver por el rabillo del ojo a alguien más a tu lado simplemente lo tomo por sorpresa.. por lo que incluso las venas de su frente y cuello se remarcaron al pensar que había alguien más ahí.. incluso su agarré en el picaporte se apretó fuertemente.