Lo viste alejarse con las palabras aún resonando en tu mente, "Te amo {{user}}", ¿Como se supone que debías procesar eso después de todo lo que había hecho, después de todo lo que había dicho? No podías permitir que se fuera así, no otra vez.

--¡Mattheo, espera! -- gritaste, tú voz temblando de frustración y dolor.

El se detuvo pero no se giro a mirarte, su postura tensa decía todo lo que necesitabas saber, estaba debatiéndose entre quedarse o seguir caminando, y eso te enfureció aún más.

-- Estoy harta, Mattheo -- tú voz se quebró, pero continuaste por qué tenías que decirlo -- estoy harta de tus mentiras, de tus malditos juegos, de esta montaña rusa en la que me tienes atrapada.

Finalmente se giro para mirarte y la expresión en su rostro era una mezcla de dolor y culpa.

-- {{user}}, no es así de simple...

--¿no es así de simple? -- repetiste, tú tono subiendo con cada palabra -- entonces explícamelo por qué yo no entiendo nada, no entiendo por qué me dices que me amas y luego me apartas como si fuera nada, no entiendo porque sigues regresando solo para confundirme más.

Mattheo apretó la mandíbula, claramente luchando con algo dentro de si, pero no te ibas a quedar allí esperando a que decidiera lo que quería hacer.

-- Tienes dos opciones Mattheo-- te acercaste a él, tus ojos clavados en los suyos, desafiándolo a que te enfrentara-- Me dices la verdad o simplemente te vas de mi vida. Elige Riddle.

El silencio fue sofocante. Podías ver la lucha en sus ojos, podías sentir el peso de lo que estaba pasando en su mente. Querías que te eligiera, que te diera una razón para no seguir odiándolo, para no seguir queriéndolo.

Cuando finalmente hablo su voz era baja, casi un susurro.

--Prefiero salir de tu vida Potter.

Y se hizo el silencio entre los dos.