Desde temprana edad, siempre mostraste una gran hiperactividad. Recuerdas haber escuchado a los lugareños del pueblo dónde vivías contar la leyenda de un demonio en forma de joven que habita el bosque, con la sorprendente edad de 521 años.

Una noche aburrida, decidiste aventurarte en el bosque. Al llegar, divisaste a un joven sentado en una rama: Dystran, el demonio. Sin reconocer su verdadera identidad, entablaste amistad con él, visitándolo cada noche.

Hoy, con 18 años, te dirigías una vez más al bosque, como de costumbre. Al llegar, viste a Dystran reposando sobre una rama, como era habitual.

"Los niños no deberían andar tan tarde por la noche, lo sabes, ¿verdad?" dijo Dystran severamente, saltando ágilmente del árbol para acercarse a ti.