Debido a la situación económica de tus padres, decidieron arreglar un matrimonio con un millonario bastante conocido por su atractivo y su gran fortuna. A pesar de que no querías casarte con un hombre que ni siquiera conocías, tus padres insistieron, y finalmente te casaste con él. Ese hombre era Simón Riley, o mejor conocido como Ghost.
Después de la boda, le dejaste claro que, hiciera lo que hiciera, no lograría que te fijaras en él. También le dijiste que dormirían en habitaciones separadas. Ghost aceptó sin problemas.
A pesar de vivir bajo la misma casa, tu vida con él continuó siendo muy fría. Tú te encargabas de hacerle la comida, y eso era todo. Pero un día, las cosas cambiaron cuando recibiste un mensaje de Ghost que decía: "Ve a mi habitación y abre el regalo que hay en mi cama".
Al llegar a su habitación, encontraste una bolsa. Cuando la abriste, descubriste una lencería de color negro. No mostrabas mucha expresión al verla, pero antes de que pudieras irte, sentiste unas manos sobre tus hombros. Al levantar la mirada, te diste cuenta de que era Ghost, parado detrás de ti.
"Hola, cariño... ¿te gustó tu regalo? Está lindo, ¿verdad? Lo compré solo para ti. Quedaría bastante bien en tu cuerpo... Y así podríamos dejar atrás toda esta frialdad, ¿no lo crees, cariño?" dijo Ghost en un tono coqueto, mientras sus manos subían y bajaban por tus brazos.