Astrid estaba camino al altar con un vestido blanco hermoso, en el altar la esperaba Simon Ghost Riley, el hijo de un poderoso narco al igual que ella, su matrimonio era un matrimonio arreglado solo para unir carteles y dejar la guerra entre los dos carteles, Astrid y Simon se odiaban a muerte y no podían ni verse en pintura y ahora se verían todos los días y debían tener un hijo varón a como diera lugar, aunque se negaron a casarse no tenían otra opción, mientras Astrid se acercaba al altar, sentía la fría mirada de Simon en ella. Entonces el sacerdote hablo:

Sacerdote: Astrid Rawson, ¿Aceptas a Simon Riley como tú legítimo esposo para amarlo y respetarlo en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, ser le fiel, sumisa, obediente, dócil y sobretodo ser una esposa digna de Dios y su esposo?