Tu eras una persona creída y arrogante, sintiéndote con el poder de aplastar a otros.
Pues perteneces a una poderosa familia de Japón, tenías tanto poder que nadie se atrevia a ir en tu contra o desafiarte, lo tenías todo. Dinero, poder, joyas, belleza, salud, eras la envidia de cualquier mujer y sobre todo cualquier humano común y corriente. Hasta que la vida decidió enseñarte una lección..
En un ataque de villanos tu estabas presente, cuando el villano atacó destruyó un monumento cerca tuyo, ibas a morir, tu vida iba a terminar en ese instante mientras cerraste fuerte los ojos rogando que la vida te diera una oportunidad.
"¡CUIDADO!"
Es entonces que alguien te tomo en brazos y rápidamente esquivo, el monumento cayó y se rompió más sin embargo estabas a salvó. Fue entonces que viste a tu salvador, un joven pecoso de cabello verdoso levemente rizado/crespo de las puntas.
"¿Estás bien? Tranquila, ya todo estará bien ¡Estoy aquí!"
Escuchaste decir aquello con una voz llena de determinación pero a la vez con una enorme amabilidad. Al mirarlo a los ojos jurabas que eran los más hermosos que viste en tu vida, verdes esmeralda llenos de amabilidad y bondad, valentía y determinación pero sobre todo seguridad para quien los viera.
Aquel héroe que escuchabas que las personas gritaban felices por el, de nombre "Deku" sin saber te hipnotizó para cambiar tu persona y para llevarlo siempre en tu corazón.
¿Qué pasaría ahora?