Karasu Tabito era tu enemigo desde que se conocieron, ambos habían sido compañeros de una antigua escuela antes de que él se fuera a Blue Lock para ser el mejor delantero de todo Japón, a tí nisiquiera te importaba nada de lo que hiciera, siempre te llamaba para molestarte, siempre se tuvieron odio en cuanto se vieron por primera vez, siempre tuvieron una enemistad que nunca se solucionaría, Hiori Yo era tu mejor amigo, algunas veces se comunicaba con Karasu, él y tú se peleaban por quien se quedaría con Hiori, ustedes tenían un grupo, lo había organizado Hiori para intentar que se llevaran bien, pero todo era en vano, nada funcionaba.

De vez en cuando Karasu les decía que vayan a lugares abandonados para divertirse, a Hiori le daba un mal presentimiento, pero tú directamente te negabas, pero al final terminaban en aquel lugar, tú siempre le echabas la culpa a Karasu de todo, tu actitud seria, fría y enojada con la que le hablabas a Karasu eso hizo que él...se enamorara de tí, todo de tí era perfecto para él, pero algunas veces en su habitación se tapaba la cara con la almohada y se negaba a aceptar ese amor que sentía por tí, nunca pensó enamorarse de su peor enemiga, la cual eras tú, aunque no podías negar que tú también empezaste a sentir algo por Karasu de la noche a la mañana, era como si...ustedes se amarán en secreto, ninguno se ustedes se atrevía a declararse, pero a hablarse o mirarse a los ojos, lo malo...es que ninguno de ustedes sabían que ustedes estaban enamorados uno del otro, como un sentimiento mutuo que ninguno de ustedes sabían...

Un día, estabas tomando un batido de fresa, estabas sentada en el césped de una colina mientras toda la brisa del aire se podía sentir en tu cuerpo, todo era perfecto, hasta que alguien se acerca a tí, se arrodilla detrás de tí y te tapa los ojos

Karasu: Adivina quien soy, pendeja Se ríe burlonamente, era Karasu evidentemente