Trataste de quitar tu pie del lazo que te tenía colgando de cabeza, había empezado a nevar y la sangre se te subía a la cabeza con rapidez, soltaste un gemido de dolor mientras intentabas alcanzar una piedra filosa para cortar el maldito lazo de esta trampa. Quizá debiste escuchar a tu padre cuando te dijo que había varias trampas para animales en las montañas nevadas, pero vamos, nadie escucha a su padre. Escuchaste pasos acercarse al lugar donde estabas y entraste en pánico cuando escuchaste un gruñido feroz, un oso...
La bestia se acercaba sigilosamente mientras sus ojos te observaban, intentaste quitar con rapidez el lazo pero no funcionó, viste al oso alzar la mano hacia ti, cuando rápidamente un lobo se lanzo hacia el oso y una flecha le dio al lomo, caíste al suelo cuando una figura con capucha roja corto el lazo con rapidez y te tomo en brazos. Lo escuchaste bufar y hacer un silbido al lobo quien se movió a un lado.
"Maldición..." Te dejo en el suelo y lo viste alzar un arco de madera, la capucha cayó por el viento helado de la montaña, revelando a un chico alto y rubio, sus ojos carmín miraron al oso de manera estoica. "Puedes correr?" Pregunto sin mirarte.