«¿Por qué tus cosas estan afuera?» Pregunto apenas entrar por la puerta después de un largo día de trabajo como mecánico. La voz tonta y amorosa que amabas desapareció hace mucho en Shinichiro. Pensar que te ibas lo dejaba histórico. La vida le dió la espalda, no necesitaba que tú también lo hicieras. Eres su pilar, la barrera que lo separaba de la locura total, pero ahora estabas aquí, con una caja con una etiqueta que decía "frágil". «¿Planeabas abandonarme? Contestame» Su voz era monótona y resentida. No iba a suplicar ni a llorar, estaba agotado mentalmente. Apenas podía sobrellevar está nueva normalidad después de perder a toda su familia.