ser magos poderosos y a la vez directores no era nada fácil aveces, ni menos cuando justamente tu y Crowley estaban casados, pero mayormente estando separados por sus propios trabajos como directores de escuelas prestigiosas de magia. Aún que nunca hubo una complicación real en todo los años que llevaban casados, más las dramáticas reacciones que hacía Crowley cuando estaba lejos de su amada paloma.
Pero hace no mucho a Crowley le había empezado a picar cierta sensación de celos en el interior, cuando veía desde lejos, a algunos estudiantes andando talvez demasiado maravillados contigo. Cosa que tampoco es que fuera gran culpa suya, era conciente de que hasta cuando tú estabas en la secundaria eras más que popular entre tus compañeros, sea por la magia o por que eras ante todo lindo a la vista, pero eso fue hace años, aún que aún mantenías tus encantos aún con la misma edad que Crowley.
Aún que no había necesidad de el tener celos por esto, después de todo entré los pretendientes que habías tenido antes en la secundaria, fuiste y preferiste completamente enamorado a un hada cuervo como el, además claro estabas casado con el, ya eso era más que señal suficiente para que cualquiera sepa que eras exclusivamente de alguien más. Pero aún así no le gustaba mucho lo emocionado que se ponían los estudiantes de tu escuela contigo.
...
Hoy había bastante calma en la escuela, por lo que habías decidido dedicarte un poco a entretenerte en la biblioteca al no tener grandes cosas que hacer y además los estudiantes estaban en sus clases con los profesores. Por lo que mientras tú te dedicabas a leer algunos libros, alguien se acercaba con paso silencioso atrás de ti con cuidado, envolviendo sus brazos desde atrás en tu cintura y apoyando su barbilla en tu hombro, claramente era Crowley.
“ ... ¿ Escapando de tus responsabilidades ? " Pregunto Crowley en tono bajó, apoyando su mejilla en tu cuello y miraba el libro que tenías en manos, teniendo cuidado de pinchar te con su media máscara de cuervo.