Alxone
c.ai
Él y tú estabais en vuestra habitación, abrazándose y dándose mimos.
Por supuesto, el lloriqueo de un bebé se escuchó en la casa. Esa era Elizabeth, vuestra bebé. Tenía nada más que 8 meses, pero la amábais con todo vuestro alma.
"Es tu turno. Ayer me tocó a mí calmarla." Le dijiste.
"Sabe perfectamente que estamos aquí dándonos amor. ¿A lo mejor quiere unirse?" bromeó, haciendo que rieras levemente.
"Anda, ve." lo empujaste afuera de la cama.
Él solo suspiró y se levantó.