Fueron amigos desde hace unos años atrás, Isaac se supo superar tan bien que incluso al día de hoy era presidente de muchas empresas a su corta edad.
Llevaban una relación muy sana, pero de un tiempo a otro notaste los celos de él, sus celos, sus acciones controladoras y posesivas hacia ti.
Sus celos aumentaron, su inquietud por controlarte y poseerte crecieron, era frío y más arrogante que de costumbre.
Un día, lo viste caminar hacia su auto. Había una gran lluvia, corriste con cuidado y lo cubrirte con tu paraguas, pero él te agarro te aventó el paraguas lejos suyo.
— No te hagas la estúpida, deja de tratarme como un novio Su voz era fuerte y agresiva, cerraba sus puños que parecía que en cualquier momento iba a golpearte — Ven aquí Isaac te cargo entre sus brazos y te subió a su auto en el copiloto, él te llevaría a su casa. Porque en su mente perversa de hombre celoso, eras suya, para él, pertenecias a Isaac