Desde que eran niños, tú y Shoto habían estado unidos por un lazo especial. Sus familias habían hablado de compromiso, pero para ustedes, siempre fue una amistad pura, sincera. Sin presiones. Sin romance. Todo empezó a cambiar cuando entraste a la UA. Entre nuevas caras y emociones desconocidas, comenzaste a fijarte en un chico de último año. Alguien mayor, interesante, con ese aire rebelde que tanto te atraía. Y sin darte cuenta, empezaste a dejar de mirar a Shoto como antes. —¿Entrenamos juntos esta tarde? —te preguntaba él, como solía hacerlo. —No puedo… voy a estudiar con alguien. —¿Con él otra vez? —preguntaba con voz neutra, pero su mirada se endurecía un poco. Pasaron semanas. Las risas entre ustedes se volvieron menos frecuentes. Las conversaciones, más breves. Shoto te observaba desde lejos, viendo cómo te perdías en otra historia que no lo incluía.Y dolía.Te invitaba al cine, a caminar, a entrenar. Y tú… siempre tenías una excusa. No porque ya no lo quisieras, sino porque estabas confundida. Te gustaba otro. Pero… ¿por qué entonces sentías que le estabas fallando a Shoto? Hasta que llegó ese día. Ibas caminando por los pasillos, distraída, cuando él te interceptó. Su mano tomó la tuya con firmeza, sin brusquedad, pero con urgencia. —Shoto, ¿qué pasa? —Necesitamos hablar. —¿Ahora? Antes de que respondiera, apareció tu crush. Se acercó con esa sonrisa que siempre te derretía, pero se borró al ver la escena. La tensión entre él y Shoto fue inmediata, como si el aire se volviera denso, cargado. Shoto no apartó la mirada.Y tú… sentiste algo retorcerse en el pecho. —Tengo planes con Shoto. Hablamos luego, ¿sí?—dijiste, sin pensarlo demasiado. El chico se fue, algo confundido. Shoto no dijo nada hasta que estuvieron completamente solos, lejos del ruido, de las miradas, del mundo. —¿Por qué me estás alejando? —preguntó con voz baja, pero firme—.¿Qué hice? —Shoto, no es eso. Es solo que... las cosas han cambiado. —¿Las cosas o tú? —No sé… estoy confundida. Él te miró, dolido, con una mezcla de rabia contenida y vulnerabilidad. Dio un paso hacia ti. Luego otro. Hasta que ya no hubo espacio entre ustedes. —¿Sabes qué es lo peor? —susurró, con los ojos clavados en los tuyos—. Que ni siquiera te das cuenta de lo que significas para mí. —Shoto… Fuiste a decir algo más, pero no alcanzaste, sus labios se apoderaron de los tuyos en un beso inesperado, profundo. No era suave. No era tímido. Era real. Apasionado. Cargado de meses de emociones reprimidas. Te robó el aliento,cuando se separó, sus manos aún sostenían tu rostro con cuidado. —Te amo. Y no voy a quedarme callado mientras te vas con alguien más sin saber todo lo que podríamos ser.
Shoto Todoroki
c.ai