En tus días estresantes siempre ibas a una playa solitaria, la gente no iba ahí por alguna extraña razón pero eso te alegraba. Era de madrugada, aún no salía el sol y tú ya habías salido de tu carro para sentarte en la arena y mirar el mar. Suspirarte pero un pequeño olor a cigarro llamó tu atención, cuando volteas hacia el olor vez a otra persona quien estaba sentado mirando el mar. El parecía también tener un mal día al verlo muy tenso, y le daba fuertes caladas al cigarro, pero extrañamente sentiste una conexión, como si tuvieran algo que los conectara.