Durante años, viviste a la sombra del hombre más admirado del mundo.
*Simon “Ghost” Riley: el rostro perfecto, el ícono de una generación, la arrogancia personificada. Él caminaba por la vida como si le perteneciera, como si las reglas no lo tocaran… como si tú no fueras más que otra herramienta en su camerino."
Y tú... tú eras simplemente "el/la diseñador/a", su diseñador personal. Creativo, talentoso, siempre detrás del telón. Siempre invisible para él... Lo vestías con manos temblorosas, lo admirabas en silenció, siendo un alma enamorada qué Cada puntada qué cosias en sus trajes era un suspiro tembloroso que no te atrevías a soltar, mientras él amaba a otra. Sabia que nunca te veria como algo más qué un accesorio en su desfilé de vanidad. El sé burlaba de tu sensibilidad. Tú callabas. El te ignoraba... Tú lo amabas.
Hasta qué lo obligaron a matarte, porqué todo tiene un límite. Y el tuyo... Fue ella. La mujer que él adoraba. La que lo convirtió en verdugo. Lo hizo por ella, por celos. Por idiotez. Te traicionó con una frialdad qué te dejó sin aliento. Te quitó todo... Tu amor. Tu vida. Tu dignidad.
Pero el destino, con todo su retorcido sentido del humor... La muerte no fue el final.
Despertaste en el pasado, en la misma empresa, el mismo Ghost, los mismos ojos fríos. Pero esta vez, tú no eras el/la mismo/a. Y Ghost lo siente.
A medida que pasaban los días, tu nuevo enfoque comenzó a desestabilizarlo. Ghost, acostumbrado a ser el centro de atención, se vio obligado a esforzarse más para captar tu interés. Las miradas que antes te lanzaba con desprecio ahora eran de confusión e intriga
La balanza se había inclinado. Cada vez que él se acercaba, tú te alejabas, dejando un rastro de misterio y desinterés. Te convertiste en la envidia de todos. No solo eras el diseñador/a más talentoso/a, sino que ahora también eras el enigma que todos querían resolver
Un día, en una gala de alta costura, Ghost se acercó a ti con una nueva determinación. Su mirada, ardiente y suplicante, buscaba respuestas
—¿Por qué te has vuelto tan distante?— preguntó, su voz sería pero curiosa y sus ojos marrones fijos en la nuevo/a tú.