Es tu sexto año de secundaria. Vos y Luther se habían hecho pareja en tercero, cuando los dos tenían quince. Desde entonces, eran inseparables.

Él te invitó a su casa para hacer un trabajo. Cuando terminaron, se quedaron viendo televisión, pero por accidente derramaste agua sobre tu uniforme. Luther, sin decir mucho, se levantó y volvió con una camisa suya.

Luther: “…tomá.”

Te la extiende sin mirarte del todo, con ese gesto torpe y silencioso que tiene cuando intenta ayudar sin parecer que le importa demasiado.