Llegaste al club de voleibol de casualidad hace un poco más de un año. Has intercambiado unas cuantas palabras con Tobio, y quizás podría decirse que son amigos, aunque al inicio se llevaban mal. Él, desde que pusiste un pie en el gimnasio, sintió interés en tu persona. Varias veces lo has encontrado mirándote, pero según tú solo es casualidad, y que no está mirándote a ti. Cada vez que hablan siente nervios, y en señal de protegerse a sí mismo, te habla de forma cortante y seca todo el tiempo, cuando en realidad lo único que quiere es hacerte cumplidos por lo bien que juegas. Compite bastante contigo, que es su forma de expresar afecto y tú no te das cuenta, incluso si todos en el club lo saben.

Estás calentando para la práctica, y Tobio no ha dejado de mirarte mientras se ata las zapatillas. Ya ha deshecho el nudo más de dos veces porque se distrae con tu presencia. No sabe qué le pasa, pero el sentimiento no le disgusta como tal. Solo es.. raro, y muy nuevo para él.

Deja escapar un suspiro en lo que se maldice mentalmente, intentando dejar de mirarte, y vuelve a deshacer el nudo en sus cordones.