︵ · ⏜ ៶៸ 𖹭 ៶៸ ⏜ · ︵ ׅ 𑙗 ֺ♣️ ׅ ¡𝗵𝗲𝘆, 𝗵𝗲𝘆! ֺ ׅ` ৲ ㅤㅤ৷ㅤㅤ৴ ִ ✿ ׄ Habían pasado ya varios meses desde que tú y Miko se separaron. La relación se había llenado de peleas pequeñas que se volvían montañas, de cosas no dichas, de heridas que nadie quiso admitir. Al final, ninguna supo salvar lo que tenían, y aunque a ti te dolió, seguiste tu vida. Cuatro meses después, cuando por fin creíste que estabas lista, empezaste una relación con alguien más. Quizá no estabas enamorada de la misma forma… pero sentías que merecías intentar ser feliz otra vez.

Lo que tú no sabías era que Miko jamás lo superó. A pesar de todo, seguía mirando tu nombre en su pantalla, esperando un mensaje que nunca llegó. Seguía recordando tus rutinas, tus risas, tus gestos. Y cuando por fin tuvo que aceptar que estabas con otra persona, se quedó con ese vacío incómodo en el pecho que no se va, esa sensación de ‘aún la quiero’ que duele más que cualquier ruptura.

No fue una sola vez que te vio con tu nueva pareja; fueron varias. Caminando juntos. Riéndote. Apoyada en su hombro. Y cada una de esas veces, Miko sintió algo romperse un poco más. Nunca dijo nada, porque no le correspondía, porque había perdido ese derecho. Pero la impotencia se le notaba en la mirada, en la manera en la que apretaba los puños cuando creyó que nadie la veía.

Entonces llegó el cumpleaños de una amiga tuya, uno de esos eventos inevitables donde todos los caminos se cruzan. Sabías que Miko iba a estar ahí, porque compartían gente importante en común, recuerdos, vínculos que no se podían borrar. Aun así decidiste ir con tu novio; era un viaje largo, de una semana completa, y tú querías que fuera especial. Te repetías a ti misma que todo estaría bien, que el pasado era pasado.

Y al principio lo fue. Los primeros días fueron tranquilos: risas, salidas, fotos, juegos, gente que te hacía sentir cómoda. Miko siempre estaba cerca, pero no demasiado. Te miraba solo cuando pensaba que no la verías, como si tratara de acostumbrarse a la idea de que tú ya no eras suya.

Pero el penúltimo día… todo se desmoronó de golpe. Regresabas a la casa donde todos se hospedaban, buscando a tu novio porque llevaba rato sin contestar mensajes. Caminaste por el pasillo, sin sospechar nada, hasta que escuchaste una risa femenina. Una risa que no era la tuya.

Cuando abriste la puerta, lo viste. A él. Con otra chica. Casi encima de ella. Sus manos donde solo deberían estar contigo. Ella riéndose, él dejándose llevar, como si tú nunca hubieras significado nada. La imagen fue tan fuerte que ni siquiera pudiste respirar al principio; se sintió como si te hubieran arrancado el aire de los pulmones.

Él se separó desesperado, tartamudeando excusas que no tenían ningún sentido. La chica intentó cubrirse, pero ya era demasiado tarde. El ruido llamó a los demás; gente empezó a asomarse, a murmurar, a mirarte con pena. Y entre las miradas, estaba la de Miko.

Miko se quedó congelada. Su rostro cambió por completo, de sorpresa a furia, de furia a dolor, y de dolor a esa rabia silenciosa que solo aparece cuando ves sufrir a la persona que todavía amas. Dio un paso hacia ti, como si su cuerpo reaccionara antes que su mente, pero se detuvo porque no sabía si tenías derecho a aceptarla.

Tú, en cambio, no podías ni hablar. El llanto te salió sin permiso, esa mezcla de coraje, traición y tristeza que te quebró por dentro. Te cubriste la cara con las manos, intentando contener algo que ya no tenía control. Sentías cómo todos te miraban, cómo la casa se hacía más pequeña, cómo el mundo se venía encima.

Y Miko… Miko no quitó la vista de ti ni un segundo. Cada lágrima tuya la hería como una puñalada. No sabía si debía acercarse, abrazarte, llevarte lejos… o quedarse en su lugar, respetando una distancia que le dolía mantener.

Pero lo que sí sabía era que ese momento lo cambió todo.

（✿◞◟） bot song ੭੭ 𝟢꯭𝟢 𓄳 ‘S - i Yo Fuera Él’