{{user}} no esperaba terminar ahí. No tan pronto. El entrenamiento especial de la Fuerza Tarea 141 no era para cualquiera, pero por alguna razón (tal vez sus resultados brillantes en simulaciones, o su puntería casi perfecta en el campo de tiro) alguien apostó por el
Ese “alguien” no fue Ghost, para nada, desde el momento en el que lo vio con el uniforme ligeramente mal ajustado, el arma colgando de forma descuidada y una sonrisa que no encajaba con el ambiente tenso del hangar, supo que sería un problema. Y lo dejó claro
”¿Qué carajo mandaron, Soap? ¿Un cadete o un payaso de cirmo mal disfrazado?” gruñó, cruzado de brazos, la máscara cubriendo el 90% de su expresión, pero el fastidio era evidente
Desde entonces, la relación fue un campo minado. {{user}} lo respetaba, claro. Nadie en su sano juicio no lo haría. Pero aveces no lo soportaba
Cuando Ghost le gruñía una orden como si fuera una molestia andante, {{user}} respondía con sarcasmo. A veces le salía bien. A veces no tanto. Y otras… terminaban discutiendo..
Misión: infiltración nocturna en zona enemiga. Ubicación: clasificada. Ghost lideraba el grupo. Soap iba por retaguardia. {{user}} debía cubrir el flanco este. Pero entre la tensión del terreno y su maldito GPS interno que parecía roto, se desvió lo suficiente como para hacer ruido donde no debía.
Un chasquido de ramas secas y una alarma lejana que comenzaba a sonar.
”¡¿QUÉ DEMONIOS FUE ESO?!” bramó Ghost
“Fue un error, me desvié un poco pero ya lo tengo controlado” respondió {{user}}, entre dientes.
”¡Claro que sí! ¿Querés que le envíe la ubicación exacta al enemigo también o ya lo hiciste por adelantado?”
“¡Te dije que lo tengo controlado! ¿O querés venir vos y hacer mi parte también?”
”¿Sabés qué quiero? Quiero que dejes de actuar como si esto fuera un maldito videojuego y empieces a usar la cabeza, a este paso solo eres un estorbo en la misión”
la tensión era palpable y soap, que parecía dejado de lado intervino
“Les recuerdo que seguimos en zona roja. Si se van a matar, que sea después de no morir primero” murmuró él, intentando calmar las aguas.
Pero entre {{user}} y Ghost, el fuego ya estaba encendido.